¿Afecta la humedad ambiental a la función vocal?
Autor invitado (datos al final del artículo)
El concepto de Vocoergonomía (voco-=voz; ergo-=trabajo; nomos= ley), fue determinado para enfatizar la voz como una herramienta de trabajo (Vilkman, 2004). Este concepto engloba a una serie de factores que actúan en el grado de carga que reciben los pliegues vocales durante la oscilación. Algunos de estos son los concernientes a la calidad del aire e incluyen a la humedad ambiental, temperatura, consistencia, presencia de polvo o pólenes, calefacción, olores, aire acondicionado y proximidad a los ventiladores (Phyland & Miles, 2019).
La humedad relativa del aire se define como el contenido de vapor de agua de la atmósfera. Se expresa como aquel porcentaje de humedad que la atmósfera puede retener (capacidad de retención de humedad) a una temperatura y presión determinadas sin condensación. En la literatura se describe una interdependencia entre la humedad y la temperatura, donde a mayor temperatura más capacidad de contención de vapor de agua. Si no varía la cantidad absoluta de vapor de agua, la humedad relativa (en este caso) desciende (Sandage et al., 2014). La temperatura y la humedad afectan el equilibrio térmico del cuerpo humano a través de los órganos respiratorios y la piel (Reinikainen & Jaakkola, 2003).
La relación entre humedad y temperatura incide en los tejidos laríngeos de forma pasiva (por medio de variaciones en la temperatura del entorno), activa (mediante la contracción muscular) y mixta (Sandage et al., 2014). Se ha descrito que en entornos con baja humedad ambiental la capacidad del cuerpo para retener líquido baja rápidamente. Se podría teorizar con facilidad que esto afecta directamente a los pliegues vocales. Sin embargo, el epitelio de la vía aérea superior tiene un gran margen para compensar la pérdida de agua secundaria a las variaciones ambientales (Widdicombe, 1997).
Si el tracto vocal, por alguna razón, perdiera su potencia termorreguladora, los pliegues vocales incrementarían su rigidez y viscosidad, y reducirían su onda mucosa. Como consecuencia, se observaría un leve ascenso del PTP (Umbral de presión de fonación) (Rantala et al., 2012). Lo anterior podría llevar a una serie de compensaciones que en el transcurso del tiempo pueden favorecer la aparición de alguna patología vocal o exacerbar la sintomatología de algún cuadro ya existente (Vilkman, 2004). En este caso, un aumento en la humedad relativa del aire podría reducir el malestar y favorecer el rendimiento laboral en comparación a lugares de trabajo con condiciones muy secas. (Wolkoff, 2018).
La vía aérea superior es altamente eficiente en el control termorregulador y el mantenimiento de la viscosidad epitelial de la laringe cuando no se ve afectada por medicamentos, enfermedades o ejercicio vigoroso (Sandage et al., 2014). La ciencia de la termorregulación indica que el cuerpo humano se aclimata a las nuevas condiciones ambientales en unos 20 minutos (Sandage et al., 2016). De esta forma, la exposición diaria y prolongada a una alta humedad relativa debe considerarse con cautela, ya que por razones como las comentadas no siempre es un factor de riesgo a considerar en la patología vocal (Wolkoff, 2018).
figura 1. temperatura ambiental y su influencia en la función vocal
Cuando la respiración que predomina es oral, la evaporación de los fluidos se exacerba y puede incidir negativamente en el grado de hidratación de la cubierta cordal. Se ha estudiado que existe un mayor riesgo de deshidratación de las vías respiratorias durante la respiración oral y acelerada, como sucede durante el ejercicio vigoroso (Sivasankar & Erickson, 2009). Sin embargo, la evaporación de los fluidos después de la respiración acelerada también es de naturaleza transitoria y se repone dentro de los 4 a 6 minutos posteriores.
La calidad del aire es otro aspecto que se incluye en esta temática. En un estudio realizado en profesores se reportó que la mala calidad del aire es perjudicial para la salud vocal. Se ha descrito que el riesgo se multiplica si la ventilación es pobre (Rantala et al., 2012). En esta misma línea, se desconocen los efectos que genera el flujo de aire constante sobre la función vocal (Sandage et al., 2016).
Existe poca evidencia que soporta el impacto del aire acondicionado sobre la función vocal. Se desconoce si la velocidad o cantidad de aire que emiten los sistemas de aire acondicionado podrían influir en la voz y en su patología (Sandage et al., 2016). No obstante, se ha indicado que la proximidad al difusor del sistema de ventilación y el tamaño del ventilador desde la cual se sopla el aire hacia el medio ambiente son factores favorecedores para algún problema vocal (figura 2). En general, existe una creencia persistente de que el aire acondicionado y sus diversas características pueden influir en la función vocal, pero se carece de una comprensión completa para entender su rol en la patología funcional.
Figura 2. Aire acondicionado y su influencia en la función vocal
Se puede observar, por medio de la literatura, que las influencias ambientales en la función vocal se han estudiado en entornos controlados de laboratorio, principalmente mediante la manipulación de la humedad relativa ambiental, la desecación de la laringe y el manejo combinado de temperatura y humedad relativa. Sus efectos son limitados hacia la hidratación sistémica y superficial, humedad ambiental y respiración nasal y oral (Sandage et al., 2016). A esto se suma que un gran número de investigaciones son en sujetos sanos o en animales, dando a entender que los efectos en personas disfónicas aún siguen siendo teóricos o meras aproximaciones.
Esto lleva a tener cautela al momento de valorar el rol de estos factores en el ambiente o en lugar de trabajo de quien padece de una alteración vocal (Sandage et al., 2014). La evaluación y el manejo de estos factores deben ser parte del razonamiento del clínico y en ningún momento ser ignorados o incluidos solo por teoría en algún plan de rehabilitación.
Autor
Sebastián Castañón Muñoz
Fonoaudiólogo Centro de Especialidades Médicas Hospital del Trabajador.
Fonoaudiólogo Titulado Universidad Mayor (2009).
Diplomado Habilitación Vocal, Universidad del Desarrollo (2011).
Diplomado Rehabilitación Vocal, Universidad del Desarrollo (2013).
Magister Estrategias en Intervención Vocal, Universidad del Desarrollo (2016).
Docente Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile. (2016 – Actualidad).
10 años de experiencia en el Área Vocal y con el trabajo con disfonías de origen ocupacional
(principalmente en docentes), tanto en su diagnóstico como tratamiento.
Bibliografía
Phyland, D., & Miles, A. (2019). Occupational voice is a work in progress: Active risk management, habilitation and rehabilitation. Current Opinion in Otolaryngology and Head and Neck Surgery, 27(6), 439–447. https://doi.org/10.1097/MOO.0000000000000584
Rantala, L. M., Hakala, S. J., Holmqvist, S., & Sala, E. (2012). Connections between voice ergonomic risk factors and voice symptoms, voice handicap, and respiratory tract diseases. Journal of Voice, 26(6), 819.e13-819.e20. https://doi.org/10.1016/j.jvoice.2012.06.001
Reinikainen, L. M., & Jaakkola, J. J. K. (2003). Significance of humidity and temperature on skin and upper airway symptoms. Indoor Air, 13(4), 344–352. https://doi.org/10.1111/j.1600-0668.2003.00155.x
Sandage, M. J., Connor, N., & Pascoe, D. (2014). Vocal Function and Upper Airway Thermoregulation in Five Different Environmental ConditionsNo Title. Journal of Speech, Language and Hearing Research, Vol. 57, 16–25.
Sandage, M. J., Rahn, K. A., & Smith, A. G. (2016). Vocal Ergonomics in the Workplace: Heating, Ventilation, and Air-Conditioning Method Influences on Vocal Comfort and Function. Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 1–9.
Sivasankar, M., & Erickson, E. (2009). Short-duration accelerated breathing challenges affect phonation. Laryngoscope, 119(8), 1658–1663. https://doi.org/10.1002/lary.20530
Vilkman, E. (2004). Occupational Safety and Health Aspects of Voice and Speech Professions. Folia Phoniatrica et Logopaedica, 56(4), 220–253. https://doi.org/10.1159/000078344
Wolkoff, P. (2018). Indoor air humidity, air quality, and health – An overview. International Journal of Hygiene and Environmental Health, 221(3), 376–390. https://doi.org/10.1016/j.ijheh.2018.01.015